abril 05, 2009

El mundo

El mundo me habla a gritos, pero el mundo es estoico también. De pronto tengo la oportunidad de ser normal, común, otro más que lleva su vida fausta y ordinariamente. Pero no. Insisto y la vida se me complica con un sabor dual extra-calificado.
Sólo sé que nadie sabe, nadie. Sólo yo y eso me causa más gracia o más risa talvez.
En la Feria del Hogar todo se pinta a colores. Aunque desconfiado sigo aquí porque por lo menos los ojos me dicen lo positivo de este tema.
Redundo y recuerdo como me sacan los clavos de la mano -por orden mía- y son los encargados los servidores dolientes.
Mientras Él esté aquí soy infalible y nadie se da cuenta de que no soy yo, si no Él es el que interfiere en las sogas para estas muñecas.
Pero ya depende de mí cuan ajustadas estarán esas sogas que movilizarán mis brazos y demás armas cortantes de mi género.
Los ojos son unísonos al ver la confusión...¡Vaya paisaje!, pero siempre siempre embriagando con el alcohol más dulce para la radio bemba de la canción ilimitada.


"Trampas...huecos..trampas...huecos y no sé a donde ir"



03/17/07 19:29

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